Por. Jorge Casado
Secci'on Ipini'on
El autor es periodista y promotor cultural infantil y juvenil
prensa.dom@gmail.com
Un fuerte sismo mueve montañas, una experiencia de vida ejemplarizadora mueve las fibras del alma.
En días pasados leí un texto, en uno de los diarios dominicanos, de de la autoría de, Enriquillo Amiama, reconocido artista plástico del país, donde se expresaba en descontento por la poca difusión pública de la muerte reciente de Doña Nidia Serra.
El la llamaba: Maestra, y no es para menos, es su buen y agradecido discípulo, como muchos otros artistas contemporáneos que prestigian la plástica nacional.
Muchos se enteraran o no, de la partida a mejor vida de Doña Nidia, ya no importa.
Quizás en lo adelante se le pueda reconocer su trascendencia en la cultura de la República Dominicana por sus dotes artísticos admirables y por su legado educativo y humano a favor de miles de niños y niñas de diferentes generaciones y estratos sociales.
Murió a los 79 años y nunca abandonó su labor de maestra en su histórico Centro del Arte Nidia Serra.
Ella con pocos años de vida, se vió atraída por la pintura, y por su corta edad no recibió admisión en la Escuela Nacional de Bellas Artes, por lo que tuvo que esperar que pasara el tiempo hasta completar los requisitos de la referida academia.
Su experiencia la marcó y quiso entonces, después de su formación en las bellas artes, cambiar la realidad de los niños y niñas huérfanos de orientadores o profesores de pintura, por lo que funda su academia de artistas en potencia..
Entre su escuela de arte, su carrera productiva y admirable de artista, sus clases particulares y en diferentes centros educativos y su dedicación a su familia, transcurrió el legado de vida de Doña Nidia Serra.
Contarle y mostrarle de su semblanza tomaría mucho tiempo, ahora lo que quiero, con humildad es que muchos se enteren de que podemos vivir mejor y tener mejor país resaltando nuestros buenos ejemplos de vida.
Este 2010, se cumplen 40 años del Concurso Infantil Navideño de Pintura Infantil, que ha sido patrocinado por el Banco de Reservas y en los últimos años por el Despacho de la Primera Dama de la República, con la colaboración de otras instituciones.
Este certamen infantil, de incentivo al arte y de promoción y valoración de las tradiciones navideñas dominicanas es creación de Doña Nidia, quien le dio soporte ininterrumpido a través de su Centro del Arte Nidia Serra.
Ahora, de seguro, muchos entenderán con este simple ejemplo, por qué ésta Maestra- Artista permanecerá en los corazones de sus colegas, de educadores y de padres cuyos hijos se nutrieron en algún momento con su enseñanza.
No pude ver y no quiero imaginar, los ojos mojados por lágrimas o los corazones y corazoncitos compungidos, de los que una vez fueron niños y niñas y de los que aún lo son, al enterarse de que su Maestra dejó de existir tan timidamente.
Diciembre puede seguir teniendo su esplendor , si los niños y niñas dominicanas siguen pintando sus tradiciones a través del "Concurso Infantil Navideño de Pintura Infantil", que a partir de este año debería hacer honor a su creadora denominándose "Premio Nacional de Pintura Infantil Navideño Doña Nidia Serra"
Dos párpado como pétalos de rosa se cerraron el pasado 21 de junio y no volverán a mostrar los ojos azules que imitaban al larimar.
Una sonrisa cálida y sincera ya no saludará a los que la conocieron.
Una voz dulce, y a veces agria, como la piña, no se oirá impartiendo nociones de pinura y de arte.
Unas manos inquietas que diluían acuarelas y que trabajaban en otras técnicas sobre lienzos y metal repujado, no moverán a tomar el pincel.
Pero sí, de seguro, sus colores hecho arte y su vocación y entrega, harán que nunca muera en lo intangible la señora y maestra que muchos conocemos como Nidia Serra.
Es muy sencillo, ella tenía como valor agregado a todos sus dotes: Un Alma grande, un corazón de niño.
viernes, 2 de julio de 2010
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